Zoom: Empecemos por el No

Zoom3, Tinta por Valeria Traversa
Me gustaría en esta ocasión acercar algunas reflexiones acerca de los modos de trabajo con adolescentes, pero fuera de las propuestas específicas para los espacios escolares y museísticos. Se trataría de examinar las diferentes formas de proyectos que surgen de un contexto social en particular, de las necesidades de la comunidad, y también por iniciativa de artistas, fotógrafos, actores, o bien en grupos de investigadores.
Analizando el universo heterogéneo de estos trabajos, puede corroborarse cómo el arte se transforma en un medio muy dinámico, que posibilita el acercamiento a otros territorios, la generación y consolidación de vínculos dentro y fuera de las comunidades, el reconocimiento de la identidad y la reflexión sobre conflictos propios y ajenos, que son plasmados a través de diferentes medios, herramientas y materiales, produciendo trabajos que se conforman en varias fases y proponen al espectador una mirada diferente sobre realidades complejas y específicas. Así fue cómo, embarcada en estas reflexiones, recordé un texto leído  hace muy poco tiempo para un curso que estaba realizando; un texto que me movilizó y que tuvo la virtud de inducirme a un mayor involucramiento en estos temas. Si bien su contenido no tiene que ver con la cuestión del arte, se encuentra muy directamente vinculado al trabajo con niños y jóvenes que viven en zonas muy vulnerables o en la calle.

“Rechazamos todos los términos técnicos que hablan de los pibes: niños en situación de calle, en conflicto con la ley penal, abordaje, intervención, adicto, también rechazamos la peregrinación en los juzgados y los equipos técnicos con sus legajos. No buscamos buscar un centro de día, el intercambio interdisciplinario nunca se dio. No hay casos. No discutimos casos. No queremos armar una organización que albergue pibes y les permita refugio subjetivo. No queremos a los pibes más educables, los que seguro (mal que mal) siguen lo esperado; no hay protocolo. No hay inclusión, no es posible y además le dijimos que no de entrada a la inclusión como excluidos. A decir verdad parece que no tenemos objetivo. No tercerizamos las políticas de otros. No somos técnicos ni profesionales pero tampoco somos militantes, no hacemos política, no somos educadores populares, no creemos en la igualdad futura, no nos importa. No tenemos expectativas, no sabemos. Ya no aspiramos a resolver la compleja problemática. No transformamos la realidad, es más no creemos que la educación sea herramienta de cambio. No se trata de transmitir, ni de incluir, ni de aconsejar, ni de salvar, ni de emancipar a los pibes y pibas. (…) No hay sujeto a emancipar. No planificamos (y cuando lo hicimos no salió), no proyectamos, no hay proceso. No construimos un rol adulto, no asignamos roles. No forzamos modos de vincularnos. No creemos ser una organización. Tampoco un quiosquito. Ni gueto, ni microempresa. No tenemos sede, no necesitamos. No tenemos un deber, ni una misión, ni nada. No nos quedamos quietos. Los pibes y pibas no dependen de nosotros, no los aceptamos. No somos responsables, no nos hacemos cargo; no somos recursos. No queremos el patronato, ninguno, ni el antiguo ni el nuevo progre, médico psico social. No le hacemos mal a nadie. No rescatamos a nadie, no manejamos el destino final de las cosas, no es rock and roll…es pura suerte.” (1)

crédito: www.argentinaon.com
Se trata de un texto que claramente plantea una serie de interrogantes y cuestiones a dilucidar. Más allá de un marcado escepticismo y de cierto tono apocalíptico, hay algo interesante en la constante, empecinada negación, encarnada explícita mente en la recurrente presencia de ese NO programático, sino también por el rechazo a estructurarse en el trabajo con chicos y jóvenes de este recorte social. En ese continuo desapegarse de las cosas, en la aparente falta de planificación, me parece que surge un espacio de libertad altamente significativo, lo cual inmediatamente me lleva a pensar en mis alumnos adolescentes. Algo en el texto invocó en mí una sensación de fuga, una suerte de pulsión de escape, una salida accidental que inmediatamente asocié al fenómeno del arte, y al trabajo artístico con adolescentes, a todo lo que ese trabajo puede abrir y descubrir. Entonces recordé algunos proyectos ligados a la educación artística que se vienen desarrollando en diferentes barrios de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. Los proyectos en general los llevan a cabo grupos de artistas, fotógrafos, actores, junto a los vecinos que cohabitan en una de las comunidades, en diferentes formatos y según distintos funcionamientos, adecuados a la medida de cada entorno social, modificando estructuras preestablecidas. Es verdaderamente importante conocerlos y aprender de ellos, ya que el trabajo que allí se realiza es responsable y sólido desde hace muchos años.

crédito: www.ramona.org.ar
SECUNDARIA DE ARTE N 43
crédito: www.ramona.org.ar
Se trata de un bachillerato de arte que funciona desde el año 2010 en Paraje La Cava, Fiorito, Lomas de Zamora. Fue fundado por un grupo de artistas que desarrollan talleres desde el año 2003. Comprende seis años de estudio con materias artísticas a contraturno y, en los últimos años, ha integrado materias a partir de las cuales se estimula y desarrolla una producción personal. El proyecto se propone elaborar estrategias metodológicas que integren las artes visuales con todas las otras materias curriculares, para que de este modo el aprendizaje sobre arte se vuelva más integral y orgánico. Dice la artista Fernanda Laguna, involucrada en el proyecto, en una entrevista realizada por Inés Katzenstein  (Revista Otra Parte):  “Al barrio y a los chicos, la posibilidad de hacer talleres de arte; les encanta. Y en general, como a nivel social, es tan particular cada chico, y tan diferente la situación de cada chico, que no está bueno generalizar la perspectiva de vida… en la escuelita intentamos que la pobreza no sea algo que caracteriza a la persona. La persona es la persona y cada uno es muy diferente. Por eso con los chicos trabajamos temas puntuales y no con la idea de la pobreza como drama. Porque a veces pasa y les das la posibilidad a los chicos de que no sea un drama. Y a mí me da una perspectiva diferente de lo que es el arte: las paredes de las galerías tan lisas no me gustan… de alguna manera siento que hice todo para resistirme a las luces de las galerías. “ (2).
Me interesa en este proyecto el concepto del trabajo realizado y la dedicación volcada a  implementar un bachillerato artístico, posibilitando el ingreso del arte con una importante carga horaria en contextos escolares muy ajenos a estas prácticas.
Para conocer más: www.facebook.com/MSDEARTE43

PH15
Es muy interesante conocer también el proyecto PH15. Quienes lo integran vienen desarrollando desde hace varios años un trabajo intenso en fotografía, en talleres dirigidos a chicos y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Tiene como objetivo brindar a los participantes una nueva herramienta de expresión, capacitándolos con herramientas técnicas que favorezcan la inserción laboral, proporcionándoles un espacio de contención a partir del desarrollo de lazos interpersonales afectivos.
“La Fundación ph15 es una organización no gubernamental sin fines de lucro conformada por un grupo de personas que cree en el arte como un valioso recurso que permite al ser humano desplegar su esencia y desarrollar sus capacidades creadoras, incluso en una realidad adversa u hostil. Desde esta perspectiva, la expresión artística se propone como una práctica que posibilita la exteriorización plena del ser y la generación de procesos transformadores, tanto individuales como colectivos.” (3)
Destaco de este proyecto la posibilidad que le brinda a los chicos y adolescentes de adquirir conocimientos y herramientas que le permitirán poder insertarse laboralmente en el futuro.

PROYECTARTE
Proyectarte cuenta con una serie de becas artísticas de formación y proyectos de extensión para jóvenes entre 15 y 25 años. Estos programas están orientados a descubrir, formar y apoyar a jóvenes artistas visuales priorizando a los individuos con menos oportunidades económicas. Trabajan con importantes artistas argentinos contemporáneos, se vinculan con el circuito artístico, desarrollan actividades con la comunidad, participan en actividades de nueva tecnología y cuentan con tutores que siguen su trabajo.

Proyectarte tiene como objetivo “Promover una formación estética gratuita y de calidad  desde temprana edad a partir del intercambio de saberes, conocimientos y experiencias de producción artística con pares y con profesionales del arte contemporáneo argentino. Promover una formación ética y humana que valoriza las diferencias culturales y promueve la igualdad de oportunidades  sociales y económicas.” (4)
Su interés reside en que no sólo propone un espacio de trabajo con artistas, sino que le da continuidad al trabajo y vincula a los adolescentes con el circuito artístico, introduciéndolos en un nuevo ámbito.
Para más información: www.proyectarte.org 

PROGRAMA DE FORMACIÓN DE ESPECTADORES
El Programa de Formación de Espectadores funciona desde el año 2005 y pone en contacto con lo mejor del teatro, cine y danza independiente a los jóvenes y adolescentes que integran las instituciones educativas del nivel medio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El programa se propone acercar y hacer accesibles aquellos espectáculos de excelencia estética que se exhiben en la actualidad en la cartelera, e integrar a los docentes como promotores necesarios de la propuesta artística elegida. Creemos que la escuela es de vital importancia en esta tarea, concentrada en ayudar a los jóvenes a construir su propio Capital Cultural para desarrollarse emocional, estética e intelectualmente  como individuos pensantes, independientes y socializados. 
Me parece importante destacar el trabajo que realizan con los docentes,  entregándoles material para trabajar antes y después de la salida y un Manual de consulta que les permite acercarse con herramientas específicas. a la danza, el teatro y el cine 
Para conocer más: www.formarespectadores.com.ar

crédito: www.proyectolaestrella.com.ar
PROYECTO LA ESTRELLA
El proyecto La estrella tiene lugar en Los barrios de La Castellana y La Estrella de Mariano Acosta, Se trata de un proyecto autogestionado que funciona desde el año 2011, desarrollado por miembros del barrio que coordinan sin apoyos económicos actividades de interés público y de mejora de la calidad de vida a través del arte. El modelo de gestión es doblemente ejemplar si se toma conciencia que quienes lo llevan adelante son jóvenes artistas habitantes del barrio que no alcanzan los treinta años de edad, convirtiendo a la experiencia en un alentador mensaje de optimismo a la juventud castigada. “El Proyecto La Estrella es un espacio de inclusión social y de inserción a partir de posibilitar, por medio de sus acciones específicas, el acceso a los niños y jóvenes más marginados y más expuestos a encontrar su lugar y su vinculación con el hacer y la realización personal a través del arte, el diseño y la proximidad con las nuevas tecnologías. La Estrella es un núcleo de producción de nuevas expresiones artísticas generadoras de identidad, pertenencia, inclusión y diversidad, que convierte las acciones que pueden suponerse como de emergencia y contención en productos de avanzada y de real valor. “(5)
Me parece significativo el trabajo con artistas tanto del lugar como externos y su relación con las prácticas artísticas en espacios públicos o alternativos tales como el arte callejero, las intervenciones, las performances, las instalaciones, el video arte, la pintura mural y la música experimental.
Para más información:

En cada uno de estos los proyectos es de destacar que el aprendizaje artístico se realiza con características propias, y en general ligado a las prácticas sociales de cada uno de los lugares. Son proyectos que se alejan de la noción de artista como creador individual y demandan la participación y la colaboración grupal. Con respecto a esto cito a Pablo Helguera: “La práctica social es un tipo de hacer arte que reúne los elementos y condiciones, los temas y problemas que normalmente pertenecen a otras disciplinas, pero que son desplazados temporalmente a un espacio de ambigüedad. Este desplazamiento temporal al territorio del arte es lo que puede aportar nuevas perspectivas sobre un problema o condición particular, y a su vez hacerlo visible a otras disciplinas.” (6)
En consecuencia son prácticas que fomentan valores sociales positivos, así como la idea del bien común y el impulso de lazos sociales dinámicos. Al desarrollarse en el ámbito público, son experiencias que promueven el encuentro entre diferentes actores sociales estimulados por un espacio abierto y diferentes capas de participación. Finalmente me gustaría citar a Jacques Rancière con respecto al término emancipación, que me parece podría completar estas reflexiones, dice, “emancipación” significa “ el borramiento de la frontera entre los que actúan y aquellos que miran, entre individuos y miembros de un cuerpo  colectivo”(7). Quizás podamos pensar la emancipación desde el arte y como propone Luis Camnitzer, “la educación tiene que ser absorbida por el arte y condicionada por él. (…) Si la educación se fusionara dentro del arte quizás lograríamos una libertad verdadera, tanto para nosotros como para los demás” (8).

Referencias:
(1)Barrilete Cósmico, Pura suerte, Co-Edición Barrilete Cósmico, Editorial Tinta Limón, Bs. As, 2011.
(2)http://www.revistaotraparte.com/nº-28-otoño-invierno-2013/fernanda-laguna-central-desde-los-márgenes.
(3)http://www.ph15.org.ar/ph15/
(4) http://www.proyectarte.org/es/sobrepa/queespa.html
(5) http://www.proyectolaestrella.com.ar
(6) Helguera Pablo, Pedagogía para la práctica social: notas de materiales y técnicas para el arte social, Revista de Artes Visuales Errata, Nro 4, Pág. 71.
(7) Rancière Jacques, El espectador emancipado, Manantial, Bs. As., 2010.
(8) http://www.galeriamacchina.cl/texto-de-la-conferencia-de-luis-camnitzer/

No hay comentarios: