Zoom3, Tinta de Valeria Traversa |
Lo que llamamos arte constituye un campo interesante porque allí
se permite hacer conexiones que en otros campos no están permitidas,
que en otros campos son efectivamente subversivas.
Luis Camnitzer
En el ZOOM de hoy seguiremos profundizando sobre las propuestas entre museos y comunidades. Para comenzar, diremos que estas deben desarrollarse como un proceso colectivo que busca generar lazos sostenidos en el tiempo, no sólo entre el museo y una comunidad sino entre los distintos actores de la comunidad misma.
Diseñar una propuesta de este tipo, en una etapa anterior a su puesta en marcha, implica varios pasos que van desde el conocimiento de teorías y prácticas, hasta un estudio concreto de campo. Estos serán los temas del día.
Preparar los motores
Dado que no hay fórmulas cerradas, cada equipo o institución deberá buscar sus propios referentes o compañeros de ruta para construir su proyecto. Discutir y pensar un plan ideal, encontrar algunas respuestas sobre qué es y para qué sirve el arte, proponer metas, metodologías y acciones posibles. En el futuro, esta base ayudará a sobrellevar las dificultades y superar los desvíos sin perder el rumbo.
Si bien pueden agregarse muchos nombres a la lista, recomiendo preguntarnos junto a Freire por el poder liberador del diálogo y el sentido, tener experiencias junto a Dewey, irnos de excursión con las hermanas Cossettini, y dejarnos acompañar por Tonucci y Trilla Bernet para explorar las ciudades: descubrir que hay muchas cosas que nunca habíamos visto o interpretado. Escuchar atentamente a Borja cuando habla de derechos ciudadanos y, sugiero no avanzar, sin conocer a Luis Camnitzer, Pablo Helguera y las propuestas de “Chiqui” González basadas en la Pedagogía Urbana.
Despegar (nos)
Sería deseable que además de ampliar y discutir nuestras ideas, también cambiemos nuestro punto de vista y nos reconozcamos como parte de un mapa de relaciones valiosas que podemos capitalizar en nuestro proyecto:
“Salir es construir una distancia (un extrañamiento) de ese lugar por el que transitamos diariamente para poder intervenirlo, transformarlo (…). Es también la posibilidad de abrirse a otros espacios aprovechando la amplia malla de experiencias culturales con un fuerte impacto simbólico e identitario que se teje en la ciudad. ¿Por qué desarrollar experiencias pedagógicas de espaldas a ese universo?” (La Escuela Móvil. Cuadernillo Docente)
Consolidar redes de trabajo junto a otras instituciones, organismos, clubes y programas no sólo brinda marcos de contención para afrontar problemas complejos, también permite generar experiencias más ricas y menos fragmentadas para las personas que las transitan.
Otro elemento a contemplar es el uso del espacio público como escenario de integración y condensación de elementos significativos. Pensado desde la perspectiva de los derechos ciudadanos, el espacio público funciona como lugar de visibilidad y valoración –ambas- condiciones de Ciudadanía.
La historia sin fin
En mi opinión, no puede hacerse ninguna crítica de la sociedad
si no va acompañada de una representación utópica del mundo. Michael Ende
La frase pertenece al autor de La Historia sin fin, un libro que habla de la importancia de la imaginación y que advierte sobre cómo La Nada puede borrarnos si perdemos la capacidad de crear otros mundos posibles. Vinculados entre sí, lo real no vive sin lo imaginario y viceversa. Animarse a crear, también permitiría creer y colaboraría en procesos de superación personal.
Esta frase evidencia que una crítica vacía de alternativas no es profunda ni constructiva, quizás podríamos nombrarla sólo como queja. Siendo que en educación hablamos de formar sujetos críticos, parece que el arte puede venir en nuestra ayuda.
Ende hizo su crítica del mundo.
Volver al futuro
No es sólo una película donde Marty McFly trata de regresar al futuro pasado de los ochenta…
Sabemos que desde hace tiempo es un problema del presente, abordado por autores de distintos campos.
Mi colega Marcelo Ayuso, quien trabaja con chicos adictos al paco, cuenta que para estos jóvenes el futuro se reduce al espacio entre consumo y consumo: un corto tiempo cargado de angustia. Desde este punto extremo, existe una amplia gama de situaciones donde la realidad aplasta las expectativas de las personas, sus posibilidades de proyección, interpretación, simbolización, socialización, construcción de la autoestima, entre otras tantas cosas.
Este tipo de problemas generales y otros más específicos para una comunidad en particular podrían orientar nuestro trabajo en torno al arte. Desde ya, no sólo los problemas, también los intereses, las fortalezas, las fiestas, las ideas, los pensamientos…
Luis Camnitzer concibe el arte como un campo para formular y resolver preguntas y problemas de manera flexible. El pensamiento es un acto creativo y el trabajo entorno al arte fomenta conexiones y aperturas, cuestionamientos y desafíos que pueden trasladarse a distintas situaciones. De esta manera, el arte es entendido como un campo de especulación, desarrollo y adquisición de conocimiento.
Según sus palabras, el arte “…está para abrir la mente, para hacer conexiones frescas, para cuestionar las cosas y destruir los dogmas, y a veces incluso para saber por qué hay que odiar a alguien. Es decir, el arte está para entenderse a sí mismo en el contexto comunal y para ser constructivo” (Procesos creativos y pensamiento artísitico. Revista Errata 4)
Por su parte, Pablo Helguera, hablando de la Práctica Social, menciona: “No es el acto o la obra en sí sino el deseo de transformarse en una plataforma para que otros se unan” (Pablo Helguera: “Todo arte es experiencia social”. Revista Artishock)
Estas propuestas, nos permiten despegarnos de la idea de obra concreta o colección para centrarnos en los vínculos, el pensamiento y las formas de conocer.
Aterrizar: La verdad está ahí afuera
Volvamos a lo concreto. Después de pensar sobre todo lo mencionado, deberemos evaluar qué es lo que sabemos concreta y realmente sobre una comunidad específica.
¡Propuesta interactiva! Aprete aquí
La verdad está ahí afuera es una famosa frase de Los expedientes Secretos X.
Si Ud. tiene la edad suficiente – vio las repeticiones o apretó el link sugerido- sonará en su cabecita la música de esta serie. Así debería ser, porque es probable que sepamos tanto acerca de la comunidad con la queremos trabajar como de fenómenos paranormales. Muchas veces, como educadores, solemos creer que sabemos exactamente lo que otros necesitan y tenemos ideas brillantes sobre cómo lograrlo. En tal caso, aterrizaremos como un OVNI y ninguna comunidad necesita lo que un extra-terrestre considera mejor para ella.
Abstengámonos: cortemos la música y hablemos en serio.
Hay una serie de herramientas disponibles y altamente recomendables que pueden ayudarnos con este trabajo, empecemos por tres básicas:
* Plantarse en la silla: La nación, las provincias y las ciudades tienen a disposición vía internet una serie de datos estadísticos -esperemos que certeros- que permiten construir un panorama del contexto del museo, zona o población con la queremos trabajar. Es necesario pensar qué indicadores nos interesan, porque realmente deberemos zambullirnos, analizar, buscar. Como mínimo, deberíamos conocer la composición demográfica, los niveles de educación, las condiciones de vida, quiénes mantienen los hogares y cuánto ganan, qué otras instituciones operan, a qué se dedican, de quién dependen. Comparar la situación de esta comunidad con otras a nivel nacional y local. Completar con datos históricos, artículos y demás información que está a un “click” –y muchas horas- de distancia.
*Ser un flâneur: camine, mire, converse con las personas -ante todo- escuche… Visite las instituciones, las plazas, las escuelas, los comercios, busque a los referentes sociales y concerte reuniones. Sea un explorador urbano, no un conquistador ni un evangelizador.
En esta etapa sabemos que queremos hacer algo pero no está definido qué ni cómo. Tenemos ideas vagas: estemos dispuestos a cambiarlas.
Lentamente empezaremos a vislumbrar la trama de relaciones en la cual queremos insertarnos, conoceremos los problemas y las faltas, también los intereses y fortalezas de esa comunidad. Podremos comenzar a trazar los circuitos de sentido, de poder y de comunicación que nos permitirán acercarnos a las personas. Estos circuitos suelen ser por completo distintos de los que manejamos en nuestra institución. Bocetaremos acciones con nuestros nuevos aliados, compartamos y escuchemos: seamos humildes.
* Ser parte: Es deseable que nosotros -y el museo- pasemos a formar parte de esta trama. Esto lleva mucho tiempo y trabajo de campo.
Para cerrar resumiremos este ZOOM diciendo que antes de accionar
debemos leer, pensar, discutir y conocer. Con todas estas
herramientas en mano, vamos a analizar una serie de experiencias la
semana que viene. ¡Nos vemos!
Bibliografía relacionada:
A.A.V.V. Escuela Móvil. Cuadernillo Docente. Municipalidad de Rosario. Disponible en: http://www.rosario.gov.ar/sitio/verArchivo?id=2932&tipo=objetoMultimedia
Camnitzer, Luis. Procesos creativos y pensamiento artístico, Revista Errata Nº 4, 2011. Disponible en: http://revistaerrata.com/ediciones/errata-4-pedagogia-y-educacion-artistica/procesos-creativos-y-pensamiento-artistico/
Gomez Escorcia, Alejandro. Entrevista: Pablo Helguera: “Todo arte es experiencia social”. Revista Artishock. 2011. Disponible en:http://www.artishock.cl/2013/06/pablo-helguera-todo-arte-es-experiencia-social/
Helguera, Pablo. Pedagogía para la práctica social: notas de materiales y técnicas para el arte social. Revista Errata Nº 4. 2011. Disponible en:http://revistaerrata.com/ediciones/errata-4-pedagogia-y-educacion-artistica/pedagogia-para-la-practica-social-notas-de-materiales-y-tecnicas-para-el-arte-social/
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