“En la vida real no es lo mismo decir que uno construyó una escuela que construirla, o decir que uno inició una manifestación que realizarla”
Pablo Helguera
Este ZOOM contará —en sus siguientes ediciones— con fotos, ejemplos prácticos y demás cosas que podrán hacerlo más dinámico y hasta un poco divertido. Pero, dado que el arte, el museo y sus relaciones con la comunidad son temas complejos, comenzaremos por problematizar el lugar desde el cual partimos.
A lo largo de este recorrido, vamos a pensar cómo y para qué puede un museo establecer vínculos y redes de trabajo con la comunidad. Es decir, por una parte, se introduce el tema de la responsabilidad social de una institución artística más allá de su espacio físico y, por la otra, se pregunta por el tipo de metas y objetivos que serían deseables para dicho trabajo. Delimitemos aún más el tema: nos referimos al desarrollo de prácticas con grupos o comunidades que no suelen acceder a esta oferta cultural, o para las cuales puede resultar especialmente significativo trabajar en torno al arte.
Algunas personas dicen que el arte no es para cualquiera, y muchos de nosotros nos dedicaríamos a refutarlas con mayor o menor suerte. Ahora bien, quizá sí debamos decir que las prácticas artísticas y sociales no son para cualquiera: requieren de altas cuotas de utopía, compromiso, trabajo y, sobre todo, autocrítica.
Establecer vínculos con una comunidad implica cuestionar nuestro rol como educadores de museos, es decir, concebirnos como sujetos territorialmente situados. Y todos los argumentos que se puedan esgrimir para refutar lo dicho no deberían desmerecer la observación dado que la mayor parte de nuestras actividades y recursos se ponen en acción una vez que las personas ingresan a las salas y son nuestros visitantes.
Aun así, todavía resta la pregunta acerca de las metas u objetivos de dicho quehacer educativo. Desde una postura crítica, probablemente veamos que suele fomentar una apreciación de las obras dentro de ciertos parámetros del mundo del arte seleccionados cuidadosamente: aquellos que consideramos más pertinenetes para cierta muestra, colección o museo. Así, puestas las reglas del juego —en nuestro propio territorio y nuestro saber específico—, nos animamos, en el mejor de los casos, a interactuar, generar “aperturas” y relaciones con “el afuera”, en resumen, a colaborar para que otros comprendan aquello que nosotros ya hemos comprendido.
Y, sin embargo, todo esto lo hacemos porque creemos, y sobre todo confiamos, en que algo se produce, que pasa algo, en el sentido que la palabra transmisión implica (según Debray o Hassoun): que puede suceder un cambio en la percepción no sólo del arte, sino de las cosas en general, de los vínculos entre las cosas; un cambio de perspectiva, algo del orden del conocimiento que ese contacto con el arte habría permitido. Algo que va a seguir accionando en esas personas, que probablemente crezca y con suerte los transforme de alguna manera. Incluso podríamos decir que ese poder probablemente nos exceda, que genera pensamiento, y que no podría limitarse por más que quisiéramos hacerlo. Y aun así, convengamos, quizás no sea suficiente.
Entonces, la pregunta sería otra: si compartimos que el arte tiene una capacidad semejante, ¿no tenemos una responsabilidad vinculada con este potencial social? Esta es una de las grandes preguntas que ocupa a todas las instituciones culturales, es decir, el grado de responsabilidad pública sobre lo socialmente significativo. Y, por supuesto, la puesta a prueba de si es o no socialmente significativo, para quiénes lo sería o de qué manera podría serlo.
Por lo tanto, salir del museo hacia “el afuera” implica un compromiso, una aventura y un riesgo: el de la desestructura, el del cambio de perspectiva sobre nuestro trabajo y, además —como si fuera poco—, el de confrontarnos con esa “vida real” que menciona Helguera, donde todas las normas pueden ser cuestionadas. Sin el marco legitimador del museo, aún tendremos que saber qué es el arte (no sólo las obras de arte) y por qué puede ser importante para un grupo de personas.
A lo largo de estos textos breves pretendo transitar el proceso que, en mi opinión, implica construir un vínculo entre una institución artística y una comunidad: prepararemos los motores para despegar, por problemas generalizados nos estrellaremos más de una vez y con un poco de suerte saldremos volando bajito. También pensaremos qué podemos hacer para no transformarnos en un OVNI o en conquistadores de espacios y personas. Y, por sobre todas las cosas, descubriremos que no estamos solos en esta compleja tarea.
¡Nos encontramos el próximo jueves!
2 comentarios:
Los museos en la actualidad requieren de instalaciones y contenidos cada vez más incluyentes y participativos, en consideración a la diversidad de personas y comunidades de toda índole y procedencias. Por ello consideramos prioritario pensar en los diferentes tipos de población que pueden y quieren beneficiarse de la oferta a que éstos puedan proveer. El Museo de Antioquia de Medellin Colombia propone, de manera gradual, adaptar sus saberes en mediación y formas de atención, así como en la adecuación de instalaciones físicas, para hacer accesible e integral la recepción y atención adecuadas a personas con diferencias funcionales en los campos auditivo, visual, físico y cognitivo, conformando en el tiempo un museo de inclusión, accesibilidad, participación e investigación continua.
Objetivos del proyecto
Generar de manera escalonada y continuada, condiciones integrales de accesibilidad a personas con alguna diferencia funcional, desde las formas de atención especializada, el desarrollo de materiales y dispositivos didáctico-pedagógicos y desde las adecuaciones físicas y museográficas requeridas.Mayor información me pueden escribir a javierbernalmesa@gmail.com tutor de este proyecto
gracias Javier por escribirnos y la información compartida! Conocemos los proyectos del Museo de Antioquia y nos encanta que nos escribas
La accesibilidad y la inclusión son aspectos centrales que tienen que trabajar los museos, por nuestra parte tenemos en el grupo de gestión de la red educadores que han desarrollado proyectos escalonados similiares en algunos museos de Buenos Aires y que realizamos asesorías sobre este tema. Nos encantaría seguir en contacto contigo para que cuentes mas en profunidad. Podes escribirnos a red.remcaa@gmail.com
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