Zoom: Algo de lo que usted quería saber de guiones y no se atrevía a preguntar!

Zoom1 Acrílico- Valeria Traversa
Por Mercedes Pugliese
Edición Josefina Pasman

Los guiones escritos en los museos todavía son una rareza. Ya sea por la falta de tiempo o por los conflictos que suelen provocar estos textos, no es lo más habitual que se vuelque en un papel lo que se piensa hacer en un itinerario por el museo.
Es raro.
La mayoría de los educadores redactan planificaciones y proyectos desde hace más de cien años...

Recetas para cambiar
No me olvido de la discusión (larga, intensa y con algo para comer en el medio!!) con Constanza Pedersoli y Graciela Galindon en el Museo de las Escuelas antes de empezar a escribir los guiones. El punto de conflicto era si la escritura de estos textos no iba a endurecer las visitas y convertirse en una receta fija de la que después no íbamos a poder soltarnos.
Una parte decía no al  "enlatado" cerrado y "cumplible" al pie de la letra, la otra que era bueno prever y registrar lo hecho.  Para conciliar los puntos de vista fuimos probando diferentes formatos y acordamos que habría diferentes instancias para flexibilizar las propuestas. Algunos de los acuerdos fueron:
Parte del equipo del Me en un paseo de 2008
Silvia Paz, Yo, Graciela Galindon, Constanza Pedersoli
  • Se usarían palabras que marcaran la posibilidad de cambio: "se puede",  "recomendamos", "a veces", "hay quienes"
  • Los guiones serían trabajados con cada uno de los educadores personalmente y se habilitarían las opiniones y gustos personales a partir de tutorías con cada uno de ellos.
  • Se explicarían los motivos de algunas decisiones para que el que leyera pudiera entender desde donde se pensaba la acción y pudiera encontrar otra que le fuera más afín o discutir el porqué.
  • En cada guión se agregaría un anexo con información complementaria sobre conceptos y acciones didácticas para dar más opciones de selección. 
Ir y volver 
Molière
Otra de las cosas que pusimos en práctica, sin saberlo en ese momento, fue lo que Chartier llama "El método Molière".

Parece que el buen hombre nunca terminaba realmente de escribir! Después de cada función cambiaba lo que no había funcionado y potenciaba lo que había salido bien.  Nosotras hacíamos lo mismo...

Nos tomamos todo un año probando y reescribiendo los textos. Cada vez que aparecía algo agregábamos ese detalle en el guión. También pasaba que al leer el texto de nuevo aparecían elementos que no estaban en eje con lo que queríamos decir y rearmábamos el hilo de la narrativa para que tuviera más fuerza.

Hay algo en la acción directa que no se puede prever en el papel, es por eso que es necesario ir y volver de un lenguaje al otro. Las respuestas de los visitantes, la ejecución de cada acción, lo que proponen los espacios. solo aparece en la marcha y por eso es bueno registrarlo para no perderlo de vista y poder construir a partir de los hallazgos.

Pero la escritura también alimenta la oralidad. El papel permite la relectura y poder tejer con mayor finura eso que queremos contar. A veces las acciones o las palabras son muy bonitas, pero contradicen lo que de verdad queremos decir...
(Siempre me pregunto qué dirían los artistas rebeldes de nuestras visitas guiadas tan "sagradas" y "respetuosas"...qué dirían si nos vieran de trajecito y zapatos altos dando un discurso lleno de técnicas y  contextos históricos... qué sentirían si notaran que en realidad no estamos atravesados ni un poco por sus ideas...)


La forma no incomoda
Decidimos un mismo formato para todos los textos. Nos parecía que de esa manera facilitábamos la lectura y no olvidábamos incluir las cosas que nos parecían importantes. Organizamos las indicaciones de manera cronológica y ubicándolas en las diferentes salas. En cada guión incluíamos información teórica sobre el tema, acciones didácticas, frases claves y explicaciones necesarias.

Una casa de maderitas
Nací en una familia numerosa, tres varones grandes, tres mujeres en el medio, dos varones chicos. Las maderitas con las que jugábamos a hacer construcciones estaban en el segundo cajón del cuarto de mis hermanos. Eran una mezcla de bloques de diferentes orígenes...con agujeros, con imágenes de un rompecabezas, circulares, verdes, pesadas...Vernos trabajar en nuestras casas de juguete era asistir a un lugar sin tiempo en donde las memorias se convertían en paredes. 

Creo que los equipos educativos tienen la gran libertad de "servirse" estilos de diferentes lados para escribir sus guiones.  No hay ninguna ley oficial que exija estas planificaciones ni ningún acuerdo para presentarlas a los directores. Encontrar un formato cómodo para un equipo implica escuchar las necesidades del grupo, y ¡tiempo…!, a nosotras nos tomó más de un mes.

A continuación les propongo un almacén como para empezar. Pasen y tomen a su antojo!

Planificaciones escolares A lo largo del tiempo fueron cambiando y de una escuela a otra se ven grandes diferencias, pero hay algunos puntos que pueden resultar útiles:
Obra de Claudio Gallina publicada en "El Universal"
  • Los objetivos están divididos. Se los llama procedimentales, conceptuales y actitudinales. Si bien esta separación es artificial y en la realidad los objetivos no funcionan aisladamente, sirve para recordarnos que el alumno activa diferentes áreas de su persona durante el aprendizaje.
Chiqui González, la creadora del tríptico de la infancia en Rosario y otros centros culturales en Santa Fe,  propone pensar el museo desde la lógica de las cinco dimensiones del conocimiento. Siguiendo su lógica habría que pensar en objetivos imaginativos, conceptuales, emocionales, perceptivos y sensoriales. 
  • Las acciones prevén una acción de inicio, un desarrollo y un fin. Esta secuencia tradicional tiene la virtud de hacernos pensar en la necesidad de un buen comienzo (antes se le llamaba "motivación") en donde seamos capaces de conectar con nuestros visitantes de una manera empática y cercana. También en la importancia de un buen final como marcábamos en el zoom de la semana pasada. 
Hay investigaciones que sostienen que cuando se da al visitante algo de información sobre el espacio (dónde están los baños, el guardarropa, las salas...) antes de empezar, se ofrece un marco que da comodidad al que acaba de llegar y se dispone de una manera más relajada a continuar el recorrido.
  • Se describe por escrito el diagnóstico de los alumnos. Más allá de que no siempre es ajustado marca la conciencia de que nos encontramos con personas que ya saben mucho y que lo nuevo se va a apoyar sobre lo que ya está. Escribir sobre el visitante imaginado es una
    Aula lancasteriana del Museo de las Escuelas. A los alumnos del siglo XIX 
    se los castigaba con carteles que debían sostener en su frente frente al resto
    oportunidad para reflexionar sobre los preconceptos y las miradas que tenemos de ellos.
No es común en nuestro país el estudio de públicos previos y por eso solemos armar diagnósticos en nuestras cabezas que se basan en la experiencia y en lo que creemos que espera un visitante. En el museo Thyssen en las visitas de niños reciben a sus familias hablándoles por separado a medida que llegan. Se las saluda, se les preguntan los nombres, por qué quisieron venir a esa actividad y qué esperan de ella. De una manera coloquial se va haciendo un registro que si se vuelca por escrito puede ofrecer una estadística simple de realizar. 


Obras de teatro y  guiones de cine o tv En estos textos las acciones están marcadas por las palabras y la progresión dramática la llevan los personajes. Tienen también acotaciones que completan el relato. 
"La consagración de la primavera" de Guillermo Kuitca
    Frase del Museo del Puerto Ingeniero White
  • Hay frases que son fundamentales. En mucha obra famosa hay frases que nos quedan para siempre, frases que suelen ser reescritas muchas veces antes de aparecer en voz de los personajes. Del "ser o no ser" al "Hasta la vista baby" hay ríos de tinta... Cuando se encuentra un texto potente para un recorrido en el museo es buena idea recordarlo.  Por eso los guiones pueden tener citas de personajes conocidos y/o frases de visitantes que se quieren repetir a otros. 
Ana María Bovo, la famosa narradora,  recomienda no abusar de las frases sacadas de los libros al construir una narración oral y solo usarlas en el momento preciso. La lógica de la oralidad es bien distinta a la de la escritura y podemos endurecer lo que estamos contando. 
  • Hay acotaciones sobre el vestuario, las luces y la escenografía. Las explicaciones que se dan en estos textos permiten profundizar en la lógica propuesta por el autor. De esta manera se aportan datos que hacen pensar en la pieza como un espectáculo en donde lo espacial y lo visual también son parte de lo que pasa. Tener en cuenta el aspecto escénico en la visita no es un tema menor. El visitante no solo estará en contacto con la pieza de museo sino con quien los acompañe. No es lo mismo una voz suave que una muy aguda, que la luz deje la cara  en penumbra o la alumbre, que el educador esté de frente o parado en el medio del grupo...
En los itinerarios del Museo de las Escuelas solíamos construir personajes  marcando algunos gestos e incorporando algún detalle menor. Buscábamos evitar los estereotipos y construir una identidad en donde aparecieran contradicciones. Así por ejemplo la maestra Felicitas del aula de 1900 señalaba a un niño (un visitante) delante de todos para marcar que se había portado mal y después sonreía a otro mientras le decía "¿Has visto cómo puedes solo? ¡Te felicito!"

Las cinco W y una H Al redactar noticias o analizar un crimen se suelen formular seis preguntas básicas: Who? (¿Quién?) What? (¿Qué?) Where? (¿Dónde?) When? (¿Cuándo?) Why? (¿Por qué?) How? (¿Cómo?)
Este tipo de texto es corto y recorre diferentes aspectos de una misma situación
Cabeza monumental de Balzac- Auguste Rodin

  • El porqué. Explicar el porqué de las decisiones permite ajustar las acciones que se proponen. Tener este punto claro ayuda a preguntarse si las acciones y contenidos que se elijan son los más adecuados para ese fin.
Beverly Serrell y Leslie Bedford hablan de "Big idea", de una frase que organice las muestras. Son textos cortos que especifican la línea a seguir: "El espacio no queda muy lejos" (ctro de Ciencias-Ontario), "Texas es territorio de los dinosaurios-estamos aprendiendo cosas nuevas de los dinosaurios cada día. Ven a participar con nosotros" (Museo de Historia Natural-Fort Worth)...Son enunciaciones que dan detalle, no es "todo" sobre el espacio, es lo que habla de la cercanía;  no es "todo" sobre los dinosaurios, sino los nuevos descubrimientos que serán presentados desde la participación...
  • El cuándo Tener en cuenta tiempos organiza el recorrido y permite equilibrar las fuerzas. Pensar antes qué tanto decimos o hacemos en una sala es reflexionar sobre la selección. Elegir es la manera de no irnos por las ramas y de no perder el ritmo del recorrido.  
Museo de Sherlock Holmes-UK
La entrada al museo es un momento clave y donde el uso del tiempo se vuelve fundamental. Es el período de mayor atención y donde se juega el pacto que establezcamos con los visitantes. Cuando se hace demasiado larga podemos cansar al que está del otro lado y sacarle energía para el resto del itinerario. Si es demasiado corta tal vez perdemos la oportunidad de preguntarle a los visitantes qué les interesa y conectarnos de una manera cercana. 
  • El dónde Pensar los espacios ayuda a pensar en la disposición de los cuerpos. Qué pasa si se sientan, se quedan parados, saltan en el lugar, se agachan, caminan en puntas de pie...También pensar en la cercanía a las piezas y/o en las particularidades sonoras y visuales de la pieza.  
Un mismo espacio puede resultar incómodo para algunas dinámicas y muy útil para otras. Con los últimos cambios en el Bellas Artes discutíamos en el equipo educativo por el lugar donde habían puesto la cabeza de Balzac (la hecha por Rodin, claro, no la real!). Había quedado en una sala muy angosta con una iluminación teatral. Esta ubicación impedía una cómoda circulación para verla por detrás, pero permitía contar cuentos de terror porque los cuerpos quedaban apretados y la penumbra daba un tono grave ideal para la situación. 

Puerta de salida 
Coser una trama escrita es una tarea que lleva tiempo y detalle. La oportunidad que tenemos los educadores de museo en cada repetición es afinar mejorando lo que salió bien y dejando de lado lo que nos hace ruido.
El educador tiene la tarea de cruzar los hilos con gracia teniendo en cuenta sus saberes, su personalidad, su experiencia, sus intereses...el objetivo es lograr un texto que abra la posibilidad de encuentros profundos con el que llega.
La parte más difícil es elegir con qué quedarnos. Un guión en donde querramos decirlo todo muchas veces se llena de ruido y termina no diciendo nada.
Cecilia Bajour, la investigadora de Literatura Infantil, lo dice de una manera muy bonita!

“No decirlo todo. Insinuar. Sugerir. Callar. Mostrar a medias.
Todo arte se vale de este delicado equilibrio entre lo que dice y lo que calla.
Entre lo que muestra y lo que oculta.(…)  
Ir al texto "La artesanía del silencio" de Cecilia Bajour

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